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Fitch revisa a negativa la perspectiva de la deuda de China

Vistazo rápido

  • Fitch Ratings rebajó la perspectiva de la deuda de China a negativa, manteniendo una calificación A+ debido a preocupaciones sobre la estabilidad fiscal.
  • El Ministerio de Finanzas de China cuestionó la evaluación de Fitch, enfatizando los esfuerzos para gestionar la deuda y apoyar el crecimiento económico.
  • Fitch destaca los riesgos de alejarse del sector inmobiliario y gestionar las deudas de los gobiernos locales.
  • A pesar de los desafíos, las fortalezas económicas de China, como el comercio y las reservas, proporcionan un colchón contra las dificultades financieras.

En una medida que subraya las crecientes preocupaciones sobre la estabilidad fiscal de China , Fitch Ratings recientemente ajustó su perspectiva sobre la deuda soberana del país de estable a negativa. Al mismo tiempo, mantuvo su calificación A+. En consecuencia, esta decisión ha provocado una reacción notable por parte del Ministerio de Finanzas de China. El ministerio criticó la metodología de la agencia de calificación y reafirmó el compromiso del país de mantener un nivel de déficit «moderado y razonable».

Fitch cita riesgos crecientes en medio de cambios económicos

La revisión de Fitch de sus perspectivas se basa en el aumento percibido de los riesgos para las finanzas públicas de China. Específicamente, el país se esfuerza por alejarse de su fuerte dependencia de un tumultuoso sector inmobiliario hacia motores de crecimiento económico más sostenibles. Además, una preocupación clave para Fitch es el desafío que plantean las crecientes deudas de los gobiernos locales y regionales. Este problema se ve exacerbado por una economía en desaceleración, que complica los esfuerzos para gestionar y reducir los niveles de endeudamiento.

A pesar de estos desafíos, Fitch optó por mantener la calificación A+ de China. Esta decisión subraya las importantes fortalezas de la nación, incluida su vasta y diversa economía, su papel central en el comercio internacional y sus sustanciales reservas de divisas. En conjunto, estos factores ofrecen un amortiguador contra las dificultades financieras inmediatas y subrayan la resistencia económica duradera de China a pesar de los actuales obstáculos fiscales.

La sólida defensa del Ministerio de Finanzas de China

En respuesta a las perspectivas revisadas de Fitch, el Ministerio de Finanzas de China expresó su decepción. Criticaron críticamente a la agencia por no apreciar plenamente las medidas estratégicas del gobierno para mejorar la eficiencia y la calidad de su gasto. Además, el Ministerio sostiene que su estrategia fiscal está diseñada específicamente para impulsar la demanda interna y apoyar el crecimiento económico. En consecuencia, esta estrategia salvaguarda su crédito soberano en el largo plazo.

Además, el Ministerio destacó los esfuerzos en curso para abordar la deuda de los gobiernos locales. Afirman que estas medidas están avanzando de manera ordenada y que los riesgos siguen siendo en gran medida manejables. En consecuencia, esta postura refleja una confianza más amplia dentro del gobierno chino sobre su capacidad para afrontar los desafíos fiscales sin comprometer la estabilidad financiera del país.

Navegando por un panorama económico complejo

El informe de Fitch arroja luz sobre las presiones económicas más generales a las que se enfrenta China. Señala un aumento previsto del déficit de las administraciones públicas hasta el 7,1% del PIB este año, frente al 5,8% en 2023. Este aumento de los niveles de déficit es significativo, especialmente si se compara con la media del 3,0% de los países con calificación «A». Además, señala una notable desviación de los resultados fiscales de China antes de la pandemia.
Por otra parte, las medidas de desgravación fiscal y el descenso de las inversiones inmobiliarias complican las cosas. Tradicionalmente, estas inversiones han sido una fuente importante de ingresos fiscales locales. Ahora han mermado la capacidad recaudatoria del Gobierno. A pesar de estos obstáculos, Fitch prevé una tasa de crecimiento del 4,5% para la economía china en 2024. Esta previsión es un testimonio de las intervenciones fiscales del Gobierno destinadas a mitigar el impacto de la recesión del sector inmobiliario y la moderación del gasto de los consumidores.
Además, el reciente ajuste de las perspectivas de calificación por parte de Fitch Ratings pone de relieve los complejos retos fiscales y económicos a los que se enfrenta China. Aunque el Gobierno chino sigue confiando en sus estrategias de gestión financiera, la comunidad financiera mundial continúa vigilando de cerca. Son conscientes de las implicaciones más amplias de la salud fiscal de China en la estabilidad económica mundial. Mientras China trabaja para recalibrar su modelo económico y abordar los problemas de deuda, el camino a seguir está plagado de retos y oportunidades para una de las mayores economías del mundo.



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