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Coinbase y la SEC se enfrentan en los tribunales por la regulación de las criptomonedas

En un enfrentamiento jurídico crucial, Coinbase, una de las principales bolsas de criptomonedas, y la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés) se han enzarzado recientemente en una batalla judicial de alto nivel en Manhattan. La disputa se centra en la autoridad de la SEC sobre los activos digitales y en si determinadas criptomonedas negociadas en Coinbase deben clasificarse como valores.

La demanda presentada por la SEC contra Coinbase forma parte de un esfuerzo más amplio de la agencia por ejercer un control regulador sobre el sector de las criptomonedas. La SEC, bajo la presidencia de Gary Gensler, ha ampliado su enfoque de las empresas que venden tokens digitales a las que proporcionan plataformas de negociación y otros servicios, como los agentes de bolsa.

Durante el proceso judicial, presidido por la juez Katherine Polk Failla, ambas partes presentaron sus argumentos. La demanda de la SEC alega que Coinbase facilitó la negociación de al menos 13 criptodivisas, entre las que se incluyen nombres tan conocidos como Solana, Cardano y Polygon, que, según argumenta, deberían haberse registrado como valores.

La definición legal de lo que constituye un valor ha sido objeto de debate. La Ley de Valores de 1933 proporciona una definición básica, pero a menudo se hace referencia a un caso del Tribunal Supremo de EE.UU. para la determinación práctica. Un factor clave es si la inversión se realiza en una empresa común con la expectativa de obtener beneficios.

Coinbase, sin embargo, rebate este punto de vista, argumentando que las criptomonedas no cumplen los criterios tradicionales de un contrato de inversión, una postura apoyada por gran parte de la industria de las criptomonedas. Sostienen que la compra de tokens de criptomonedas no implica la celebración de un contrato para una empresa compartida.

Argumento de la SEC ante el tribunal

En la sala del tribunal, Patrick Costello, que ocupa el cargo de Asesor Jefe Adjunto de Litigios de la SEC, presentó un argumento convincente. Se centró en la naturaleza de las criptomonedas implicadas en el caso, sugiriendo que desempeñan un papel crucial en el apoyo a proyectos empresariales más amplios. Costello comparó estos tokens digitales con los contratos de inversión tradicionales, destacando un aspecto clave de su naturaleza. Subrayó la correlación directa entre el valor de estas criptomonedas y el éxito de sus redes o ecosistemas subyacentes.

Costello explicó que esta interdependencia es característica de una inversión en una empresa común, un elemento fundamental para definir un valor según las normas legales. Señaló que los inversores compran estos tokens con la expectativa de que su valor aumente a medida que prospere la red o el ecosistema, de forma similar a cómo los accionistas se benefician del éxito de una empresa en la que tienen acciones. Esta relación, según Costello, subraya la necesidad de que estos activos digitales se regulen de forma similar a otros valores, garantizando la protección del inversor y la integridad del mercado. Su argumento pretendía establecer un vínculo claro entre el rendimiento de estas criptodivisas y el éxito operativo de sus respectivas plataformas, afirmando que tal dinámica justifica la supervisión reguladora de la SEC.

El juez Failla, sin embargo, expresó su preocupación por la posible ampliación de la definición de lo que se considera un valor. Señaló la distinción entre la compra de activos digitales y las inversiones tradicionales como acciones y bonos.

Estrategia de defensa de Coinbase

El equipo jurídico de Coinbase, dirigido por William Savitt, hizo hincapié en que los compradores de los tokens en cuestión no estaban firmando contratos que les dieran derecho a las ganancias de una empresa común. También mencionaron la doctrina de las cuestiones importantes, un principio jurídico derivado de una decisión del Tribunal Supremo que limita la autoridad reguladora de las agencias federales sin autorización explícita del Congreso.

Además, la demanda se dirige contra el programa de «staking» de Coinbase, en el que se agrupan activos para verificar la actividad de blockchain y se ofrecen recompensas a los clientes. La SEC sostiene que este programa debería haberse registrado en la agencia.

Se espera que el resultado de este caso tenga implicaciones significativas para la industria de los activos digitales, aclarando potencialmente la jurisdicción de la SEC en este sector en rápida evolución. El juez Failla no tomó una decisión inmediata, lo que indica la complejidad y la importancia de las cuestiones planteadas.



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