Banco de Inglaterra (BoE)
El Banco de Inglaterra es una institución de gran importancia económica e histórica. Además de actuar como banco central del Reino Unido, también fue pionero en materia bancaria. En concreto, la mayoría de los bancos centrales modernos siguen un modelo que el BoE estableció inicialmente. Además, actualmente es el octavo banco más antiguo del mundo, ya que sus raíces se remontan a más de tres siglos atrás, a 1694. Sin embargo, el Banco pasó la mayor parte de su vida como entidad privada, y sólo fue nacionalizado en 1946.
El Banco de Inglaterra tiene más historia escrita que la mayoría de las instituciones similares. Por ello, ni siquiera intentaremos repasar todo, ya que está más allá del alcance de un texto como este. Sin embargo, antes de empezar a hablar del estado actual del Banco, creemos que es necesario hablar de lo que lo llevó a estar ahí.
La concepción del Banco formó parte del esfuerzo de Inglaterra por recuperar su estatus de fuerza global tras la derrota a manos de los franceses. La Batalla de Beachy Head dejó claro que la fuerza naval inglesa era más débil y que tenía que mejorar. Sin embargo, eso requería un préstamo considerable, que el gobierno no podía contraer; la solución al problema fue la fundación del BoE.
En el siglo XVIII, el Banco tuvo un periodo mayormente tranquilo, con la excepción de algunas mudanzas y el inicio de una deuda nacional. En el XIX, hubo una crisis de liquidez que se evitó por poco y que llevó al empleo del patrón oro. El XX fue mucho más agitado y significativo, empezando por la salida del Banco del patrón oro. Más tarde, el Banco ganó más independencia con la responsabilidad exclusiva de manipular los tipos de interés.
Funciones del Banco de Inglaterra
Como banco central, la función total del BoE es bastante amplia, pero aún así puede diluirse en aras de la explicación. Por ello, agruparemos las funciones del Banco en dos categorías, la primera de las cuales es garantizar la estabilidad fiscal. Esto significa que el Banco debe manipular los precios de la moneda para que se ajusten al objetivo de inflación del gobierno. Para ello, el Banco modifica su tipo de interés básico, aumentando o disminuyendo así el precio de la moneda.
Como parte del esfuerzo por garantizar el bienestar monetario del Reino Unido, el Banco también manipula los precios de las divisas y las reservas de oro. Para lograr su objetivo, el Banco coopera con el Tesoro de Su Majestad y con otros sistemas financieros y bancos centrales. Esto significa que su efecto no es sólo interno, sino también externo, y quizás igual de importante.
Otro aspecto vital de la estabilidad fiscal es la regulación. En concreto, el Banco utiliza diversos medios de vigilancia e inteligencia de mercado para eliminar posibles amenazas. El que ejecuta la eliminación de peligros potenciales no es el propio Banco, pero sigue desempeñando un papel importante. Además, solía supervisar toda la banca y los seguros, pero esa función se ha trasladado a otra organización, llamada Autoridad de Servicios Financieros.
Por último, el Banco tiene derechos exclusivos de emisión de moneda en Inglaterra y Gales, mientras que los bancos escoceses y norirlandeses imprimen su propio dinero. Sin embargo, incluso estos dos últimos deben respaldar sus fondos con depósitos uno a uno en el BoE.
La segunda función principal del Banco es la compra de activos. Es decir, compra activos de alta calidad para mejorar la liquidez de los mercados de crédito. También habilita mecanismos que permiten la estrategia de flexibilización cuantitativa del Banco. Sin embargo, esta función está en su mayor parte bajo el control de una filial, el Bank of England Asset Purchase Facility Fund Limited (BEAPFF).
Liderazgo del BoE
En la cúspide de la pirámide del Banco de Inglaterra se encuentra el Gobernador del Banco de Inglaterra. Está definido como un puesto de la administración pública, pero la selección de candidatos sigue siendo exclusiva del propio Banco. El Gobernador actual suele ser el encargado de preparar a su sucesor, y la función viene acompañada de un cargo adicional. En concreto, el Gobernador se convierte automáticamente en el Presidente del Comité de Política Monetaria.
Sin embargo, la persona que ocupa el cargo no es la única que toma decisiones, ya que también existe el Tribunal de Administración. El Tribunal es un consejo unitario que controla múltiples aspectos vitales del Banco, como la estrategia organizativa y el presupuesto. Está formado por cinco miembros ejecutivos que pertenecen al Banco y un máximo de nueve miembros no ejecutivos. La corona nombra al segundo grupo, y el Tribunal se reúne al menos siete veces al año.
