Reapertura económica de China y atención a la demanda interna

La reapertura de la economía de China antes de lo esperado después de un rápido final de su política de cero COVID ha sido aclamada por estrategas e inversores globales como uno de los aspectos más destacados de 2023. El crecimiento de China debe continuar.

Con un consumo interno que representa alrededor del 15% del PIB mundial, China lucha por invertir la trayectoria de ralentización del crecimiento mundial y reforzar sus intereses.

En general, el brusco giro de China hacia la Covid cero debería tener el mayor efecto sobre la demanda interna una vez que desaparezcan los efectos iniciales. Se han expresado temores sobre el impacto en las cadenas de suministro, dado que se esperan algunas perturbaciones en la primera fase de la reapertura.

Sin embargo, dado que las autoridades chinas han restablecido las cadenas de suministro con relativa rapidez frente a las perturbaciones, puede decirse que pronto volverán a un estado estable relativamente normal. Indicadores como los plazos de entrega de los proveedores PMI o los costes de flete se están normalizando con relativa rapidez.

El crecimiento económico de China debería situarse entre el 4 y el 6% en 2023. Pero para alcanzar el 5 por ciento o más, el consumo debe ser el principal motor y aumentar un 9 por ciento. En general, se espera que la demanda interna crezca del 2 al 6 por ciento en 2022 o este año.

Un análisis estadístico de enero y febrero muestra que la recuperación es prometedora, con una producción consistente, ventas al por menor y ventas de viviendas normalizándose. Pero sigue existiendo incertidumbre sobre si se mantendrá la constante recuperación al alza.

También puede aumentar la demanda de otras importaciones, sobre todo de Asia

La reapertura de China también repercutirá positivamente en el turismo asiático, con Tailandia como principal beneficiario. Sin embargo, los viajes al extranjero y el turismo podrían sufrir retrasos de tres a seis meses tras la reapertura debido a la reanudación de los vuelos y las restricciones en los pasaportes de los viajeros.

La reapertura ejercerá cierta presión sobre el crecimiento mundial y la inflación. Por lo tanto, es poco probable que la reapertura económica de China cambie por sí sola la dirección de la economía mundial.