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Repercusiones del conflicto de Oriente Próximo en las divisas asiáticas

El panorama geopolítico mundial ha vuelto a cambiar, con el conflicto de Oriente Próximo en el centro de la escena. En los últimos días, la región ha sido testigo de un aumento de las tensiones y de violentos enfrentamientos, lo que ha provocado un efecto dominó que se extiende mucho más allá de sus fronteras. Este artículo explora cómo el conflicto de Oriente Medio ha influido en la dinámica de las divisas asiáticas, con especial atención al retroceso de muchas monedas de mercados emergentes asiáticos, como la rupia indonesia y el baht tailandés.

Conflicto en Oriente Próximo y ascenso del dólar

La mayoría de las divisas de los mercados emergentes asiáticos experimentaron un retroceso el lunes, debido en gran parte al fortalecimiento del dólar estadounidense. Este brusco cambio en el valor de las divisas puede atribuirse a la incertidumbre que rodea al conflicto del fin de semana en Oriente Medio. En particular, este conflicto ha provocado un aumento de los precios del petróleo, complicando aún más el panorama económico. Al mismo tiempo, los buenos datos sobre el empleo en EE.UU. han reforzado la perspectiva de una subida de los tipos de interés, haciendo del dólar una opción atractiva para los inversores.

La guerra de Oriente Próximo y su impacto en las economías asiáticas

Las monedas de los importadores netos de petróleo, como Indonesia y Tailandia, sufrieron una devaluación significativa. La rupia indonesia y el baht tailandés cayeron un 0,7% y un 0,4%, respectivamente. Para Indonesia, esto supuso el valor más bajo de la rupia desde finales de diciembre, mientras que el baht se encaminaba a su peor día en una semana. El factor impulsor de esta tendencia fue el aumento de la aversión al riesgo entre los inversores. Este sentimiento surgió tras la ofensiva israelí contra el enclave palestino de Gaza, que causó cientos de víctimas y supuso uno de los ataques más sangrientos de la historia de Israel. Estos acontecimientos intensificaron las tensiones en Oriente Próximo, provocando que los inversores buscaran refugio en el dólar estadounidense.

Se prevé que los bancos chinos hayan desembolsado aproximadamente 2,5 billones de yuanes, lo que equivale a 342.630 millones de dólares, en nuevos préstamos netos en yuanes durante el mes anterior. Esta previsión representa un aumento sustancial del 84% en comparación con las cifras registradas en agosto. En agosto, la emisión de nuevos préstamos se había disparado significativamente, casi cuadruplicándose hasta alcanzar los 1,36 billones de yuanes.

La respuesta no convencional de los mercados financieros

Sorprendentemente, los mercados financieros no reaccionaron con el nivel de pánico esperado ante la escalada de los riesgos de guerra en Oriente Medio. En cambio, la acción de los precios en respuesta a estos acontecimientos sugiere que se están midiendo las consecuencias relacionadas con el petróleo. Vishnu Varathan, responsable de economía y estrategia para Asia del banco Mizuho, señaló que, aunque el dólar estadounidense mostró fortaleza en respuesta al conflicto entre Israel y Hamás, no provocó un pánico declarado.

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Impacto en las economías asiáticas

El aumento de la inestabilidad política relacionada con la crisis de Oriente Medio ha provocado una subida de los precios del petróleo superior a 4 dólares por barril. En consecuencia, esto ha generado más tensiones inflacionistas para importantes importadores de Asia, como India, Indonesia y Tailandia. Estos países, que ya atravesaban dificultades económicas, se enfrentan ahora al reto adicional del aumento de los gastos energéticos.

El baht tailandés ya había estado bajo presión debido a las políticas del nuevo gobierno, que suscitaron preocupación por el aumento del déficit fiscal derivado del incremento del gasto. Con el conflicto de Oriente Medio agravando los problemas económicos, el valor del baht se desplomó aún más.

La resistencia de Estados Unidos

Estados Unidos, por su parte, parece relativamente resistente en medio de la agitación mundial. El sólido informe de empleo estadounidense publicado el viernes superó las expectativas, mostrando en septiembre el aumento más significativo en ocho meses. Estos datos apoyan aún más la posibilidad de que la Reserva Federal vuelva a subir los tipos de interés. Michael Wan, analista de divisas de MUFG Bank, observó: «En general, en términos relativos, Estados Unidos sigue pareciendo mucho más resistente que el resto del mundo en este momento».

Los elevados rendimientos estadounidenses, combinados con unas exportaciones asiáticas más débiles, contribuyen a la continua fortaleza del dólar estadounidense y a la posible vulnerabilidad de las divisas asiáticas a corto plazo.

Repercusiones en el mercado de divisas

El won surcoreano experimentó una depreciación del 0,6%, registrando su peor resultado desde el 26 de septiembre. Al mismo tiempo, el dólar de Singapur y el ringgit malasio cayeron un 0,2%, mientras que el peso filipino se depreció un 0,3%. Por el contrario, el yuan chino registró una mejora del 0,2% tras su semana de vacaciones, aunque las acciones chinas bajaron un 0,7%.

Los mercados de renta variable de Asia reflejaron sentimientos encontrados, con los índices de referencia de Tailandia y Singapur cayendo un 0,9% y un 0,2%, respectivamente. En cambio, las acciones de Kuala Lumpur y Yakarta subieron un 0,2%.

A medida que se desarrolla el conflicto de Oriente Medio, sus repercusiones resuenan en todo el planeta. El fortalecimiento del dólar estadounidense, impulsado por la incertidumbre y el aumento de los precios del petróleo, ha dejado vulnerables a muchas divisas asiáticas. Aunque los mercados no han respondido con pánico, los efectos económicos a largo plazo de este conflicto siguen siendo inciertos. La resistencia de Estados Unidos frente a la agitación mundial se suma a la complejidad de la situación, planteando interrogantes sobre la futura estabilidad de las economías asiáticas. A medida que evolucionen los acontecimientos, el conflicto de Oriente Medio seguirá ensombreciendo los mercados financieros y las relaciones internacionales.



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