Nixse
0

La tasa de desempleo en Alemania se mantuvo sin cambios en 5,5%.

Según los datos publicados el miércoles por la Oficina Federal de Trabajo, la tasa de paro de Alemania se mantuvo constante en febrero, en medio de un clima económico difícil caracterizado por el aumento de los costes de los insumos y las limitaciones de la cadena de suministro.

Según la Oficina Federal de Trabajo, en términos desestacionalizados, el número de desempleados aumentó en 2.062 personas, hasta situarse en 2,509 millones. La presidenta de la Agencia Federal de Empleo, Andrea Nahles, señaló que, aunque la tasa de desempleo aumentó marginalmente en febrero, el mercado laboral seguía siendo sólido en general.

La tasa de desempleo desestacionalizada se mantuvo en el 5,5%. La encuesta más reciente del Instituto Ifo indica que el 43,6% de las empresas alemanas se enfrentan a una escasez de mano de obra. El número de parados aumentó en 4.000 de enero a febrero en cifras no ajustadas, lo que eleva la cifra global a 2,62 millones. En cifras no ajustadas, la tasa de desempleo se mantuvo constante en el 5,7%.

En febrero de 2023 había 192.000 parados más que en el mismo mes del año anterior. Según la Oficina de Empleo, si no fuera por los refugiados ucranianos que han huido a Alemania desde la invasión rusa, el desempleo habría aumentado algo año tras año.

Como las empresas conservan a sus empleados a pesar de que es difícil cubrir las vacantes, el número de despidos está en mínimos históricos. Según Carsten Brzeski, responsable mundial de macroeconomía de ING, la resistencia del mercado laboral irá disminuyendo progresivamente. Observa un declive gradual tras el pico alcanzado en septiembre y octubre del año pasado, que se refleja en leves aumentos de los despidos y los empleados temporales.

La factura del gas en Alemania aumentó un 109% pese a la reducción de las compras el año pasado

A pesar de un descenso del 30% en volumen, el coste de importar gas natural a Alemania aumentó más del doble en 2022, según cifras de la Oficina Federal de Asuntos Económicos y Control de las Exportaciones (BAFA).

Tras la invasión de Ucrania por Moscú en febrero del año pasado, los costes de la energía aumentaron bruscamente, lo que llevó a Alemania a buscar alternativas al suministro ruso al tiempo que promulgaba restricciones de uso.

Según cifras de la BAFA, la factura de importación de Alemania pasó de 35.400 millones de euros un año antes a 74.000 millones de euros (78.740 millones de dólares).

El volumen de importación bajó de 5.008.943 TJ un año antes a 3.524.126 TJ, o 100.200 millones de metros cúbicos (bcm). El coste medio por terajulio pagado en frontera aumentó un 197,3%, hasta 21.007,58 euros.

El precio medio de importación en diciembre fue de 26.050,71 euros/TJ, o 9,38 céntimos por kilovatio hora (kWh), un 74% más que en el mismo mes del año pasado. En agosto del año pasado, el gasoducto Nord Stream I procedente de Rusia fue desmantelado, lo que llevó a Alemania a explorar otras posibilidades de obtener energía distintas de Rusia.

En respuesta, Alemania aumentó sus compras de gas canalizado a sus vecinos europeos y buscó importaciones de gas natural licuado (GNL), aunque el clima templado sirvió para contener la demanda. Pero el aumento de los precios y los problemas de suministro en Alemania han avivado la inflación y desatado la preocupación por una recesión en la mayor economía del continente.



También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.