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Colapso de la economía china: Navegar por un terreno difícil

China se enfrenta a un periodo difícil, con nuevos datos que muestran que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) del segundo trimestre no alcanzó las expectativas. El espectro de un colapso de la economía china se cierne sobre ella, ya que todos los sectores muestran debilidad. Esto convierte en una tarea de enormes proporciones alcanzar el ya reducido objetivo de crecimiento real del 5% para este año. Esta alarmante situación hace recaer la principal responsabilidad en los planificadores de Pekín. Mientras tanto, los responsables políticos lidian con opciones limitadas para reconducir la economía.

El PIB real y la nueva China

En el trimestre de primavera, el PIB real mostró un crecimiento aparentemente fuerte del 6,3% con respecto al segundo trimestre del año anterior. Sin embargo, este crecimiento fue más un reflejo de la depresión económica de principios de 2022 que de cualquier impulso reciente. El trimestre siguiente registró una desaceleración significativa, con un PIB real sólo un 0,8% superior a la lectura del primer trimestre. Por tanto, supuso una falsa sensación de recuperación. Esta desaceleración ha llevado a la llamada «nueva China» a una encrucijada, en la que debe adaptarse a los mercados emergentes del país. El gobierno tiene que lidiar también con una dinámica económica cambiante, mientras navega entre los riesgos de un inminente colapso de la economía china.

El gasto de los consumidores y el impacto del mercado inmobiliario chino

Las recientes fluctuaciones del gasto de los consumidores reflejan el deterioro de la confianza de los hogares chinos. Además, las ventas al por menor, que en mayo se dispararon inicialmente un 12,7% sobre los niveles interanuales, experimentaron en junio un modesto avance del 3,1%. La incertidumbre que rodea al mercado inmobiliario chino y el descenso del valor de los inmuebles también han agravado la inquietud de los consumidores. Esto último ha provocado incluso un aumento de los depósitos de ahorro de los hogares. La volatilidad del mercado inmobiliario chino sigue siendo un factor crucial para determinar el destino de la economía de los productos chinos.

El papel de Pekín en la crisis

Pekín tiene una gran responsabilidad en la actual crisis de confianza de los consumidores. Las severas y equivocadas políticas COVID del gobierno han alimentado el descontento entre la mayoría de la población. Además, algunos expertos atribuyen en parte el desplome de los valores inmobiliarios a la excesiva atención prestada por las autoridades a la promoción inmobiliaria residencial. Este último infló el sector hasta niveles insostenibles. Resolver estos problemas es fundamental para reconducir la economía de los productos chinos y evitar una recesión económica a gran escala.

Inversión empresarial y productos chinos

Inversión empresarial y productos chinos

Las críticas del Presidente Xi Jinping a las empresas privadas y su dependencia de las señales del mercado crearon una sensación de incertidumbre entre los empresarios, lo que provocó un descenso del gasto en inversión. La crisis actual también ha afectado a las exportaciones de productos chinos, poniendo de manifiesto la necesidad de diversificar y reducir la dependencia de los mercados internacionales. Para evitar una crisis económica, es esencial impulsar la confianza empresarial y fomentar la innovación en las exportaciones.

Medidas de estímulo y futuro

En respuesta a los decepcionantes resultados económicos, se ha pedido un mayor esfuerzo de estímulo. El Banco Popular de China (PBOC) ya ha recortado los tipos de interés y el Gobierno ha recurrido al gasto en infraestructuras para impulsar la actividad económica. Sin embargo, los bajos niveles de confianza de consumidores y empresas hacen temer por la eficacia de estas medidas. Lograr el equilibrio adecuado entre estímulo y crecimiento sostenible será clave para asegurar el futuro de la economía de los productos chinos.

El espectro del colapso de la economía china es una llamada de atención para que Pekín recalibre sus políticas y estrategias. Navegar por el difícil terreno económico exige esfuerzos concertados para reconstruir la confianza de los consumidores y las empresas, reevaluar el mercado inmobiliario chino y fomentar la innovación en los productos y las exportaciones chinas. A medida que emerge la «nueva China», el gobierno debe adoptar nuevos enfoques, apoyar a los mercados emergentes en China e invertir en desarrollo sostenible. El camino que elija China determinará si se recupera y recobra su pujanza económica o se enfrenta a la angustiosa perspectiva de un colapso. Actuar con rapidez y decisión es vital para dirigir la economía de los productos chinos hacia un futuro estable y próspero.



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