China va a cambiar el panorama económico

China sabe ahora que si continúa su crecimiento, tiene que hacerlo a nivel interno, lo que supone un cambio que aún no se ha producido, obligando a los consumidores a gastar el exceso de ahorro, lo que está haciendo a un ritmo muy lento.

La economía china se recalibrará debido a la alteración del orden mundial, y el nuevo motor del crecimiento «decepcionará» a los mercados mundiales.

En la Asamblea Popular Nacional celebrada el domingo, el gobierno chino anunció un objetivo de crecimiento del producto interior bruto de alrededor del 5% en 2023, la tasa más baja del país en más de tres décadas y por debajo del 5,5% esperado por los economistas. La administración propuso un aumento del respaldo financiero a la economía, elevando la tasa estimada de déficit presupuestario del 2,7% en 2022 al 4% en el año en curso.

Las perspectivas del crecimiento de China se ven amenazadas por EE.UU. y otros países

El presidente y otros funcionarios han señalado a Occidente por limitar las perspectivas de crecimiento de China a medida que se deterioran las tensiones entre Pekín y Washington.

El entorno exterior supondrá un reto para China a medida que EE.UU. y otros países de renta alta adapten sus inversiones tecnológicas y sus políticas comerciales a las crecientes consideraciones geopolíticas y de seguridad.

EE.UU. intentará frenar su influencia mundial aumentando la «brecha tecnológica», que espera ampliar de 5 a 10 años a unos 20 años. Para ello, Washington puede utilizar su poder para monopolizar el comercio con países en áreas tecnológicas innovadoras que puedan servir tanto para misiles como para teléfonos móviles, por ejemplo, la industria de los Países Bajos.

La aplicación de normativas adicionales por parte de los países occidentales, incluidas las restricciones a la inversión que se dirige a China, la denegación de acceso a la tecnología, la entrada limitada en el mercado para las empresas chinas y la propagación de diversos enfoques de diversificación, pueden tener efectos duraderos en las consideraciones de riesgo de los inversores externos a la hora de realizar negocios en China.