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En 2022, la criptodivisa se ha puesto a prueba

Las criptodivisas, a menudo activos digitales, han experimentado una importante volatilidad en 2022. Desde su máximo a finales de 2021, activos clave como Bitcoin y Ethereum han experimentado enormes caídas de precios. Estos retrocesos desencadenaron una reacción en cadena en otras secciones del mercado de activos digitales. Esto dio lugar a la quiebra de numerosas plataformas de criptomonedas y a un desplome que acabó con el valor de algunas criptodivisas importantes.

La tecnología Blockchain, una forma de intercambiar criptodivisas, supone un cambio de juego para el futuro del dinero en efectivo. Los usuarios pueden «confirmar las transacciones sin necesidad de una autoridad central de compensación», lo que democratiza el acceso a la economía, especialmente para las personas que tradicionalmente no han tenido acceso a las instituciones financieras. Bitcoin, Ethereum y otras monedas o tokens no son más que métodos alternativos de pago, también conocidos como monedas digitales. Tanto la posibilidad como la especulación impulsan el atractivo de las criptomonedas. Aunque los partidarios de las criptomonedas las han calificado de «a prueba de inflación», las recientes caídas de precios han afectado significativamente a su valor de mercado.

Cadena de bloques de Ethereum

Esta semana, un ejército de programadores informáticos de todo el mundo probará una de las mayores actualizaciones de software que ha visto el sector de las criptomonedas para reducir su uso de energía, que es poco ecológico.

Los desarrolladores han trabajado en una versión más eficiente energéticamente de la cadena de bloques Ethereum. El libro mayor digital impulsará un ecosistema multimillonario de criptomonedas, fichas digitales (NFT), juegos y aplicaciones.

Ethereum, la segunda blockchain más importante por detrás de Bitcoin, consume anualmente más electricidad que Nueva Zelanda.

Según los expertos, la transición, prevista entre el martes y el jueves, reducirá el uso de energía en más de un 99%. Los entusiastas creen que un Ethereum más ecológico fomentaría una mayor adopción. Según ellos, se convertirá en una forma de automatizar las transacciones y otros procedimientos para las instituciones.

Sin embargo, la tecnología sirve principalmente para construir productos financieros especulativos. Los mineros de criptomonedas emplean equipos informáticos que consumen mucha energía para resolver acertijos que les recompensan con nuevas monedas, un mecanismo conocido como «prueba de trabajo».



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