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Recesión en el Reino Unido: La economía atrapada en un círculo vicioso de crecimiento

La economía británica se encuentra atrapada en un «bucle catastrófico» de crecimiento debido a décadas de inversión insuficiente tanto por parte del Gobierno como de las empresas, advierte el Instituto de Investigación sobre Políticas Públicas (IPPR). Un reciente estudio realizado por el think tank de centro-izquierda revela que el Reino Unido ha contribuido significativamente menos a las inversiones empresariales en comparación con otros países ricos. El déficit de gasto estimado en 500.000 millones de libras (638.000 millones de dólares) sitúa al Reino Unido por detrás de todas las naciones del G7. Los datos también lo sitúan en el puesto 27 de los 30 países de la OCDE, con sólo Polonia, Luxemburgo y Grecia invirtiendo menos. Esta preocupante tendencia a la infrainversión ha persistido en varios gobiernos desde 2005, obstaculizando el crecimiento económico y la prosperidad.

 

La infrainversión y sus consecuencias

El IPPR destaca la escasa inversión del Reino Unido en ámbitos cruciales como las infraestructuras, la investigación y el desarrollo, las cualificaciones y la formación. Las consecuencias de esta infrainversión crónica han contribuido al estancamiento del crecimiento y a una economía en dificultades. Para alcanzar la media del G7, la inversión del sector privado tendría que haber sido 354.000 millones de libras superior. Por su parte, la inversión del sector público debería haber aumentado en 206.000 millones de libras desde 2005. Las implicaciones de esta falta de inversión son claras: el Reino Unido se enfrenta a un importante reto económico que requiere atención urgente.

 

Ranking de competitividad del Reino Unido

Otro estudio publicado por el IMD subraya aún más las dificultades del Reino Unido en términos de competitividad global. El país va a la zaga de otras grandes economías, sobre todo en rendimiento económico y eficacia empresarial. Estas conclusiones reflejan la necesidad de mejorar sustancialmente la inversión y la productividad para reforzar la posición competitiva del Reino Unido en la escena mundial.

 

Respuesta del Gobierno y perspectivas de futuro

El Partido Conservador, en el poder desde hace 13 años, reconoce la necesidad de aumentar la inversión empresarial. El Gobierno ha introducido medidas como desgravaciones fiscales y gastos específicos en tecnología y energías verdes para estimular el crecimiento económico. Sin embargo, aún está por ver el impacto de estas iniciativas.

Según las últimas previsiones del FMI, el Reino Unido será este año la economía con peores resultados del G7, con una contracción global del PIB prevista del 0,3%. Factores como el encarecimiento de la vida, los costes de los préstamos y las incertidumbres relacionadas con el Brexit han frenado el gasto de los consumidores y la confianza de las empresas.

 

La inversión como solución

El IPPR sugiere que el aumento de la inversión pública podría reforzar la confianza de las empresas y fomentar la «atracción» del gasto adicional por parte del sector privado. Este planteamiento guarda paralelismos con la Ley de Reducción de la Inflación de la administración Biden. Esta última pretende estimular la economía mediante inversiones públicas estratégicas. El Reino Unido podría beneficiarse de un enfoque similar para reactivar el crecimiento económico. Ello contribuiría a reducir la desigualdad y a avanzar hacia la consecución de emisiones netas cero y la seguridad energética.

La escasa inversión del Reino Unido en áreas críticas de la economía ha creado un «círculo vicioso» de crecimiento que plantea retos significativos para su estabilidad económica y prosperidad. El gobierno, las empresas y los responsables políticos deben dar prioridad a la inversión en infraestructuras, investigación y desarrollo, cualificaciones y formación para reactivar el crecimiento económico y la competitividad. Con una inversión específica y sostenida, el país puede mitigar los efectos de una posible recesión y fomentar una economía vibrante que beneficie a todas las partes interesadas. De lo contrario, la población podría tener que enfrentarse a la recesión del Reino Unido.



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