Los precios del petróleo abrieron al alza
Los precios del petróleo abrieron ligeramente al alza el martes, tras la fuerte caída de la sesión anterior, por el temor a que los continuos cierres de COVID-19 en China mermen la demanda y la subida del dólar, que alcanzó su máximo en dos años.
Los futuros del crudo Brent se situaban en 102.74 dólares, con una subida de 42 centavos, o un 0.4%, mientras que los contratos del West Texas Intermediate en Estados Unidos se situaban en 98.77 dólares, con una subida de 23 centavos, o un 0.2%.
Ambos contratos habían caído alrededor de un 4% el lunes, y el Brent llegó a caer hasta 7 dólares el barril durante la sesión.
Los cierres en Shanghái para combatir el Covid van ya por su cuarta semana. Mientras tanto, las órdenes de realizar pruebas masivas, incluso en el distrito comercial central de Pekín, han alimentado los temores de que se produzcan más cierres al estilo de Shanghái. El impacto de los cierres chinos se estima en más de un millón de barriles diarios. Las pruebas en 12 zonas durante los próximos cinco días determinarán la próxima oscilación significativa de los precios del crudo.
Además, el dólar estadounidense alcanzó el lunes su nivel más alto en dos años, lo que encarece el petróleo para los tenedores de divisas.
La preocupación por el suministro no es el objetivo principal de los distribuidores de energía, y una moneda en alza añade una presión adicional a todas las materias primas. Desgraciadamente para Reclaim Finance y todos los demás activistas del clima, perforar un nuevo pozo de petróleo o construir una nueva mina de carbón es el curso de acción habitual cuando la demanda de energía supera la oferta disponible. Y esto es precisamente lo que están haciendo las empresas en algunas regiones del mundo donde el activismo climático no es tan poderoso. Incluso en Europa, algunos gobiernos, sobre todo el Reino Unido y Alemania, están revisando sus planes climáticos.
El Reino Unido reconsideró su intención de cesar progresivamente todas las prospecciones de petróleo y gas en el Mar del Norte, en medio de una crisis energética iniciada el pasado otoño, que ha disparado los precios de la energía y empujado a millones de hogares a la pobreza energética.
