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Las perspectivas de crecimiento económico se debilitan a medida que las previsiones del PIB caen al 1,8%

Vistazo rápido:

  • Optimismo reducido: Pronosticadores como Goldman Sachs y la Reserva Federal de Atlanta han reducido las estimaciones de crecimiento del PIB para el segundo trimestre debido al débil impulso del gasto.
  • Desaceleración de la actividad económica: el PMI manufacturero del ISM cayó a 48,7 en mayo, lo que indica una contracción por segundo mes consecutivo.
  • Reacción del mercado: Los mercados bursátiles alcanzaron niveles récord a pesar de la debilidad económica, esperando posibles recortes de las tasas de interés de la Fed.

El panorama económico ha visto un cambio notable en el sentimiento a medida que los pronosticadores, que alguna vez buscaban proyecciones de datos más altas, ahora están reduciendo sus niveles de optimismo. Los datos recientes apuntan a una desaceleración en varias métricas, lo que frena las expectativas de que el crecimiento económico podría acelerarse sorprendentemente por segundo año consecutivo.

Optimismo decreciente entre los pronosticadores

Neil Dutta, jefe de investigación económica de Renaissance Macro, reflejó el sentimiento predominante en una nota a los clientes, afirmando que es difícil sentirse optimista sobre la economía. De manera similar, el equipo de investigación económica de Goldman Sachs, dirigido por Jan Hatzius, revisó sus estimaciones de crecimiento del PIB para el segundo trimestre a la baja a una tasa anualizada del 2,7% desde un 3,2% previamente optimista. Este ajuste, anunciado el 24 de mayo, se debió al débil impulso del gasto observado al inicio del trimestre.

De manera similar, el rastreador GDPNow de la Reserva Federal de Atlanta, que estima el crecimiento del PIB utilizando datos ingresados ​​a lo largo del trimestre, ha ajustado sus proyecciones a la baja. Inicialmente prediciendo una tasa de crecimiento superior al 4% a principios de mayo, el rastreador ahora pronostica una tasa de crecimiento más modesta del 1,8%. Esta revisión a la baja pone de relieve la tendencia al enfriamiento de la actividad económica, que es cada vez más evidente en varios sectores.

Indicadores de desaceleración de la actividad

Los datos recientes del Institute for Supply Management ( ISM ) se suman a la narrativa de una economía en desaceleración. El PMI manufacturero del ISM, que mide la actividad en el sector manufacturero, registró una lectura de 48,7 en mayo. Esta cifra, inferior al 49,2 del mes anterior, no cumplió con las expectativas de los economistas de 49,5, según datos de Bloomberg. La caída del PMI por debajo de la marca de 50, lo que indica una contracción durante dos meses consecutivos, pone de relieve los desafíos del sector manufacturero.

Thomas Ryan, economista de Capital Economics North America, enfatizó este punto en una nota a los clientes, afirmando que la caída del índice manufacturero ISM contribuye a la sensación de que la economía está perdiendo impulso. Este sentimiento se ve respaldado aún más por el informe de empleo de abril, que mostró un crecimiento del empleo más débil de lo esperado.

El mercado de valores y los próximos pasos de la Reserva Federal

A pesar de estos signos de debilidad económica, el mercado de valores ha tomado en gran medida esta noticia con calma. Los tres índices principales alcanzaron máximos históricos en mayo, lo que sugiere que los inversores están interpretando los datos de manera diferente. La correlación entre el índice Citi Economic Surprise y el S&P 500 ha tendido a ser negativa. Esto indica que las malas noticias económicas se consideran cada vez más como buenas noticias para las acciones.

Por ejemplo, tras el débil informe de empleo de abril, el S&P 500 repuntó aproximadamente un 1,3%. Ohsung Kwon, estratega de acciones de Bank of America en Estados Unidos y Canadá, destacó que la trayectoria del crecimiento económico será crucial. Si las condiciones económicas se deterioran aún más, la tendencia actual de que las malas noticias sean buenas para las acciones podría revertirse. El próximo informe de empleo de mayo, que se espera muestre la incorporación de 185.000 puestos de trabajo no agrícolas y una tasa de desempleo que se mantiene estable en el 3,9%, será una prueba fundamental de esta narrativa.



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