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Los bancos húngaros se mantienen estables, con un descenso de los beneficios y del crédito

El Banco Nacional de Hungría declaró el jueves que el sistema bancario en Hungría es sólido. ¿Qué significa esto para la economía? Cuenta con una importante reserva para gestionar riesgos. Agregó que los bancos enfrentaron una menor rentabilidad. Esto se debe al hecho de que se deben a iniciativas gubernamentales. Las altas tasas de interés no fueron una sorpresa.

Además de prometer mantener condiciones monetarias estrictas durante un «período prolongado», el NBH mantuvo su tasa base estable en 13%. A partir de mediados de 2023, lo más probable es que la inflación comience a disminuir de manera más notoria. El banco afirmó que el debilitamiento del clima económico provocado por el conflicto en la vecina Ucrania tuvo un impacto negativo en la economía húngara y constituyó un riesgo significativo para la calidad de la cartera.

Según economistas encuestados por Reuters, la inflación promedio alcanzará un máximo de 26 años del 16 % en 2019. Esto ocurrirá a medida que el desarrollo económico se estanque debido a las altas tasas de interés, el lento crecimiento mundial y la disminución de la demanda como resultado del aumento del costo de los vivir.

De acuerdo con la evaluación de estabilidad financiera del banco, incluso en caso de crisis, la resiliencia del sector ante impactos es adecuada. Su liquidez y posición de capital son sólidas. Debido al entorno de tipos de interés al alza ya la incertidumbre provocada por la guerra, prevén una caída de la expansión del crédito tanto en el sector empresarial como en el sector de los hogares.

Según el NBH, a medida que los consumidores luchan con el aumento de los precios de los servicios públicos, el índice de morosidad para los préstamos hipotecarios podría aumentar en 2 puntos porcentuales para fines del próximo año, y la probabilidad media de incumplimiento para las pequeñas empresas con préstamos ha aumentado a 4,7. % del 2,9%.

La economía húngara: El Banco Nacional

Debido a las subidas de impuestos aplicadas por el gobierno para reducir el déficit presupuestario, el rendimiento de los fondos propios del sector bancario disminuyó tres puntos porcentuales, hasta el 7%. Esto ocurrió en el primer semestre del año. Las medidas de estabilización seguirán teniendo un impacto negativo en la rentabilidad bancaria. La caída de la rentabilidad y la disminución de las oportunidades de financiación pueden conducir al deterioro de las capacidades de préstamo. Incluso en un escenario de estrés más severo y sostenido a nivel del sector, las cosas no parecen brillantes. Sólo habría un déficit de capital «temporal y manejable».

Gracias a la fortaleza de la demanda interna, el crecimiento económico seguirá siendo algo robusto este año. El gasto de los consumidores debería verse respaldado por un mercado de trabajo ajustado, la subida de los salarios mínimos y los aumentos salariales de los empleados del sector público. Además, la continua entrada de fondos estructurales de la UE debería impulsar el crecimiento de la inversión pública. Los recientes recortes del impuesto de sociedades y los costes de financiación históricamente bajos no son una sorpresa para el consumidor. Las principales amenazas para las perspectivas son la posible fuga de capitales provocada por el ciclo de endurecimiento de la Fed. También el aumento de las tensiones comerciales en todo el mundo.



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